Yo sé que en el futuro tus deseos cantados,
desde esa voz profunda de recio aragonés
llenarán con el Cierzo los surcos de esperanza
y Aragon será grande tal como tú lo ves:
con tierras exultantes y pueblos de bravura,
con ojos que sonrían porque han podido ser,
con mochilas al hombro bien repletas de hogazas,
y árboles que refresquen un botijo a sus pies.
Yo lo sé, porque siento que has hecho renacer
pálpitos en la gente, desde tu sencillez.
Nos has movido el alma, nos has hecho saber
que en los aragoneses hay "garra" y honradez.
Tus letras son los himnos que erizan nuetra piel,
invitando con fuerza hacia el amanecer,
por eso te debemos: SOÑAR, QUERER, HACER.
José Antonio Labordeta:
¡Qué puñeta,
si no hubieras nacido aragonés!
G.M.G.