Autora

Soy autora de todo lo escrito en este blog.
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Muchas gracias.
Gloria Mateo Grima





martes, 20 de diciembre de 2011

Y a ti qué más te da...




Y a ti qué más te da...

si solo ves los ecos de la vida

con ojos sordos detrás de unos cristales

que enmudecen el miedo de la gente,

en las calles.



Qué más te dará a ti...

que duermes con el saldo de la almohada

bordado en negros.



Afuera… los gemidos congelados

se amoratan de frío.

Y los pisos calientan un ambiente

que ha quedado vacío.


¡Qué cosa tan extraña!:

los bancos de promesas

son trozos de madera, fábricas de tullidos,

zozobras, desalientos y sinsentidos.

Ladrones que no huelen la prisión,

corazones de vidrio.



Unas manos que lloran lanzan gritos al aire

para arañar bocados de trabajo

huidos o escondidos

debajo de unos trajes y corbatas,

bien guarecidos.


Y qué más te da a ti...

si con sólo palabras adornadas

contemplas al parado desde el tendido.


Fájate en el capote de tus luces,

otros...otros hoy se sienten ateridos.



G.M.G.

viernes, 12 de agosto de 2011

Mensaje para Antonio, allá dónde se haya escondido.

¡No me da la gana!  ¡No admito que no me cuentes más chistes! Ayer me enteré de que habías hecho mutis por el foro. Eres un puñetero que se va y deja plantados a los amigos. Y fuiste a elegir un día de calor. Probablemente,  estarías achicharrado y sudando, como si te viera. No sé qué le irías contando a tu mujer en el momento del paseo vespertino pero seguramente  que no le hizo ninguna gracia.

El caso es que no me da la gana de pensar que ya no vas a volver. Incluso conecté el Messenger por ver si estabas  jugando al escondite conmigo, tal y cómo habías hecho otras veces... Pero nada...no apareciste.

¿Has dejado por un rincón de tu casa la música de alguna canción? ¿Sonata para una despedida? ¿Un tango de rasgar entrañas? ¿O has dibujado en el pentagrama una Jotica?


¡Mecachis la mar salada! ¡ Bandidazo y granuja! Ésta no te la perdono. Hoy no me da la risa al recordar ninguno de tus chistes. El autobús arrancará igual en dirección al centro penitenciario de Daroca. Dejaste el de Zuera y anda que no te eché de menos. Las veces que compartíamos viaje fuiste uno de mis mejores terapeutas. La gente  seguirá yendo medio dormida a primera hora de la mañana, pero habrá un asiento vacío. Seguro que será el primero a la derecha, detrás del conductor. Aún recuerdo cuando mis carcajadas que despertaban a medio bus. Luego nos miraban mal cuando llegábamos al destino. Era igual. Al día siguiente más.. ¡Nos hubieran metido presos en algún módulo por el escándalo que habíamos armado! ¡Que nos quitaran lo bailao!

Sé que no soy muy buena contando chistes y menos por escrito. Pero en homenaje a ti, ahí va éste que me contaste:

Un amigo le dice a otro:

- ¡Machooo, tengo un perro que habla y tó!

Y el amigo le contesta:

- ¡No digas tonterías, ya será menos!

-Que no digo tonterías, que es verdad.

Un día, el amigo incrédulo llamó por tl. a casa del dueño del perro supuestamente parlanchín.

Atónito, preguntó:
- ¿Está fulanito?

Y el perro contestó :
- ¡Guau!El amigo, sin saber qué pensar, le dijo:

- ¿Y zutanita? (aludiendo a la esposa del amigo)

Y el perro contestó esta vez:

- ¡Guau, Guau!

Sin saber ya qué hacer, el amigo incrédulo, pero azorado creyendo que los ladridos significaban un sí, dijo:

- Pues si están fulanito y zutanita, ¿qué demonios están haciendo que no se ponen al teléfono?

Y el perro contestó: ¡Ahhhh, ahhh, ahhh (jadeando)!

Vamos, que el amigo tenía toda la razón: SU PERRO NO SOLO HABLABA….



Antonio, allá dónde te hayas escondido para hacernos la cusqui, sigue contando chistes y haciendo música.


G.M.G.

martes, 9 de agosto de 2011

Pendientes de cerezas y el manantial

 







Mecida en los recuerdos, busco el aliento,

arrancando las zarzas del manantial

que allí quedó olvidado, cuando la niña

se subió a los tacones, en la ciudad.



Altos tacones,

que me hicieron fundirme con ilusiones...



El tiempo que ha pasado dice lamentos

y fuerzas que flaquean, adversidad,

amores que habrán sido en algún momento,

estudio y mucho esfuerzo en soledad.



Altos tacones,

que han bailado a los ritmos de sensaciones...



"Pendientes de cerezas", me dice el viento.

"Vuelve de nuevo a la hoya del manantial".

Y aquí estoy con el convencimiento

de impregnarme un poquito de su serenidad.



Altos tacones,

esguinces de tobillo y a trompicones,

aún quiero recorrerme  más callejones:

me he vuelto a sentir niña en el manantial.



G.M.G.

domingo, 5 de junio de 2011

Cómo inventar un sueño


Cómo explicar un sueño enmudecido,

si ya ni en el rescoldo de las brasas

se refleja.



Cómo decirle al corazón que calle,

y silencie emociones que le estallan

tras las rejas.



Cómo sentir caricias en la piel,

cuando una lija raspa las entrañas

y no deja.



Cómo, si el hielo hiere más los surcos

ausentes de  una gota deseada,

y se agrietan dolidos con el paso del tiempo

sin quejas.



¿Cómo, cómo lo hará…?



¡No se lo digan...!:

Construirá unas manos que la mimen,

un susurro y un guiño,

y un beso que le llene de placeres

húmedos,  sin rocío,



Inventará un amor

 secreto, pero vivo.

G.M.G.

sábado, 21 de mayo de 2011

martes, 10 de mayo de 2011

Carmen Posadas

Una, que lleva ya algún tiempo sumergida en los subterráneos, buscando ficticiamente una disociación que la anestesie, jugando a inventarse vidas en el país de los gnomos para olvidar los gritos de la crisis y el más allá de los cri,  cri, cri de los grillos (aún no he visto ninguno que no sea negro), una pues, como digo, hoy se ha puesto de gala y se ha marchado a ver a la escritora Carmen Posadas que ha venido al Centro de Historia de Zaragoza, invitada por la Asociación de Escritores Aragoneses para participar en un encuentro con los lectores.


La sala estaba llena, pero no obstante, tampoco hubiera hecho mucha falta el pulular de tantas respiraciones, porque Carmen Posadas, a pesar de que dice que es muy tímida y que eso no se cura, llenaba todo el recinto con su cercanía y sencillez y nos ha llevado con un lenguaje ameno y cercano, no por ello menos culto, al mundo interior de un escritor y a sus vivencias. Ha bailado una danza con todos sus libros con la suavidad y cadencia uruguaya sin moverse de su silla. Nos ha contado secretos que quizá otros escritores callan, no sé si será por miedo a que les roben las ideas o porque el mundo de la creación es tan abstracto que ni el más pintado sabe qué recursos utiliza. El baile de la Cenicienta, vamos, el último antes de regresar a Madrid (ha confesado que escribe por las mañanas y que es más alondra que búho), lo ha protagonizado su último libro: Invitación a un asesinato.

Pero no estaba sola. En el acto ha sido arropada por el presentador, por otro compañero de ella, también escritor, y poniendo el capote de luces el arte de Luis Alegre, al que hacía muchos años, desde que presenté mi libro, que no veía. (Pido perdón porque puedo olvidar nombres del evento, pero no emociones)

Como en las grandes faenas, la de Carmen Posadas ha terminado esta tarde firmando su último libro por ahora en Zaragoza.

La he saludado al entrar y he hecho mutis por el foro sin despedirme. No obstante, desde aquí mi gratitud por sus amables palabras en Facebook ante algo que le solicité.

A Luis Alegre tengo que decirle que me han llegado hasta esos subterráneos aludidos antes, los dos besos que me ha dado de saludo y despedida (el último, azarada por lo inesperado, casi no se lo doy). En definitiva, una, la que suscribe, ha vuelto a reencontrarse esta tarde-noche en un ambiente tan mágico como  el que lleva el nombre con el que la bautizaron: Gloria


Gloria Mateo

viernes, 8 de abril de 2011

lunes, 14 de febrero de 2011

So acaso os preguntan

domingo, 9 de enero de 2011

Y Dios también lloró (Dedicado a todas las mujeres maltratadas)


Sus ojos imploraban tu mirada cálida,

sus labios te buscaban para encontrar amor,

pero sólo tu sexo era el que respondía,

frío, como el dolor.



Y se entregaba toda dejándote su vida,

más allá de los ratos locos de la pasión,

cuando, después del fuego, su alma sonreía,

creyendo una ilusión.



Y así, caminó errante a tu lado, cohibida,

entre sollozos quedos, preguntándole a Dios:

"¿Verdad que sí me quiere...?"

Y Dios también lloró.



Se entregó,

tú negaste.

Ella amó,

tú agrediste.

Te suplicó

y reíste.


 NUNCA LE DISTE AMOR.



G.M.G.