Autora

Soy autora de todo lo escrito en este blog.
Ruego, por favor, respeto.
Derechos reservados.
Muchas gracias.
Gloria Mateo Grima





sábado, 21 de mayo de 2011

martes, 10 de mayo de 2011

Carmen Posadas

Una, que lleva ya algún tiempo sumergida en los subterráneos, buscando ficticiamente una disociación que la anestesie, jugando a inventarse vidas en el país de los gnomos para olvidar los gritos de la crisis y el más allá de los cri,  cri, cri de los grillos (aún no he visto ninguno que no sea negro), una pues, como digo, hoy se ha puesto de gala y se ha marchado a ver a la escritora Carmen Posadas que ha venido al Centro de Historia de Zaragoza, invitada por la Asociación de Escritores Aragoneses para participar en un encuentro con los lectores.


La sala estaba llena, pero no obstante, tampoco hubiera hecho mucha falta el pulular de tantas respiraciones, porque Carmen Posadas, a pesar de que dice que es muy tímida y que eso no se cura, llenaba todo el recinto con su cercanía y sencillez y nos ha llevado con un lenguaje ameno y cercano, no por ello menos culto, al mundo interior de un escritor y a sus vivencias. Ha bailado una danza con todos sus libros con la suavidad y cadencia uruguaya sin moverse de su silla. Nos ha contado secretos que quizá otros escritores callan, no sé si será por miedo a que les roben las ideas o porque el mundo de la creación es tan abstracto que ni el más pintado sabe qué recursos utiliza. El baile de la Cenicienta, vamos, el último antes de regresar a Madrid (ha confesado que escribe por las mañanas y que es más alondra que búho), lo ha protagonizado su último libro: Invitación a un asesinato.

Pero no estaba sola. En el acto ha sido arropada por el presentador, por otro compañero de ella, también escritor, y poniendo el capote de luces el arte de Luis Alegre, al que hacía muchos años, desde que presenté mi libro, que no veía. (Pido perdón porque puedo olvidar nombres del evento, pero no emociones)

Como en las grandes faenas, la de Carmen Posadas ha terminado esta tarde firmando su último libro por ahora en Zaragoza.

La he saludado al entrar y he hecho mutis por el foro sin despedirme. No obstante, desde aquí mi gratitud por sus amables palabras en Facebook ante algo que le solicité.

A Luis Alegre tengo que decirle que me han llegado hasta esos subterráneos aludidos antes, los dos besos que me ha dado de saludo y despedida (el último, azarada por lo inesperado, casi no se lo doy). En definitiva, una, la que suscribe, ha vuelto a reencontrarse esta tarde-noche en un ambiente tan mágico como  el que lleva el nombre con el que la bautizaron: Gloria


Gloria Mateo