A lo convencional con artificios,
al teatro de las celebraciones con sonrisas,
a mascaradas por demostrar principios,
a valores que solo son divisas
y nunca sentimientos,
yo les digo:
lo lamento,
no encajo en esos cuentos.
Hace tiempo que saqué mi rebeldía:
quité de mí morrallas, telarañas,
los falsos rezos con avemarías
y padrenuestros solo de patrañas.
La hipocresía campa en las fachadas,
aquí y allá, dando largas cambiadas;
cuentos en cuchicheo, fantasmadas,
lobos piel de cordero,
metiches,
marrulleros,
bienqueda,
sermoneros...
Pero,
aunque a mi corazón lo hagan astillas
aquéllos que se escudan detrás de esa moral sesgada,
perdónenme:
yo...
yo también me rebelo,
y no me da la real gana, aún hecha polvo,
ni, por educación,
seguir su mismo credo.
Gloria Mateo G.