Sí, Rafa Nadal acaba
de ganar por séptima vez en París el Roland Garrós de tenis.
Ejemplo de esfuerzo, mosquetero en la perseverancia y envuelto
en la humildad, se ha emocionado y ha llorado, cuando ha conseguido su triunfo;
luego, con su dedo índice, muy concentrado, ha ido repasando paso a
paso toda la historia incrustada al pie de la copa que tenía en
sus manos. ¡Tú estás ahí, Rafa!
¡Gracias,
campeón!
Gracias
porque, aunque sólo sea por unos momentos, posiblemente habrás
ayudado a mucha gente que no espera ningún rescate de nadie, a coger un poco de aliento de ilusión y a pensar que, tras momento difíciles su resistencia aflorará y volverán a sentirse vivos.
¡Eres historia a tus 26 años! Y sin prepotencia.
G.M.G.