Aviento
los problemas;
me
sumerjo en la vida, en muchas vidas,
y nado,
imaginariamente, a otras realidades.
Arcoíris de
lluvias dibujan universos
de los
que no soy solo espectadora:
la magia
me convierte en la protagonista.
Es una
sensación de bienestar,
lo
disfruto y lo bebo.
No hay
ningún hechicero que, con su maleficio,
deshaga
estos momentos
diciéndome
que solo son bobadas
o
criticando el que lleve sombrero.
Pongo mis versos a bailar;
a ritmos
diferentes
y dejo al
descubierto una música hermosa,
que tiene
alma.
Las
envidias son pozos de vacío
en
cerebros mugrientos.
Aviento los problemas,
esos que
nunca podrán arrebatarme
la
esencia de mí misma:
mil
llaves la protegen de sus zarpas.
La maldad
me resbala y, con un puntapié,
la mando
a sus cloacas.
Gloria Mateo Grima