un saltamontes viene y se queda muy quieto,
y las salamanquesas, con su piel transparente,
me miran fijamente.
me miran fijamente.
Las hormigas se ríen y me hacen cosquillas.
Huelo el olor a hierba: verdes de mil colores
compiten en belleza.
Los dientes de león, malvas y campanillas
aportan pinceladas de colores.
Un ababol bosteza
y yo desesperezo.
Gloria Mateo Grima
(Le dedico este poema especialmente, y en estos momentos, a Cristina. No sé si lo leerá, pero le mando mucha fuerza y el deseo de que todo se le solucione)
(Ababol = Amapola)
(Ababol = Amapola)