En
el cielo guardaban una cuna chiquita
para
que al recibirte arropara tu vida
que dejaron
al frío manos que no sabían
lo que
es una caricia
que agradecen
los niños con su mejor sonrisa.
Te
esperaba un chupete con miel y leche muy, muy rica,
un biberón
de sueños, pañales de cosquillas,
sonajeros
de estrellas, hadas con alas finas…
¡Todos,
todos contentos por mirar tu carita!
En
el cielo una fiesta, piñatas y rosquillas
y aquí,
abajo, en la tierra,
aún siguen en sopor las conciencias dormidas.
G.M.G.