Dicen
que la copla expresa
los
sentires muy internos,
que a
veces son torbellinos
mezcla
de alegría y miedo,
de
caricias y de penas
de
ilusiones y de sueños,
de
desamores profundos
o
pasión de fuego intenso.
La
copla grita y susurra,
roza la
piel en silencio.
Hoy, la
sonanta se queja,
lanza
al cielo su lamento
porque
ya no la acarician
las
manos de un gran maestro.
Se fue
en busca de más coplas.
y otra
guitarra, de lejos,
con
notas del firmamento,
suena
con guiños de vida,
porque
Luis Verdú la toca
viviendo,
aun estando muerto.
(No importa la fecha, siempre estará en nuestro recuerdo)
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G.M.G.