Es
mi tiempo: primavera;
y
camino por el parque oliendo
a una alegría nueva.
a una alegría nueva.
Lechos de césped radiantes invitan casi a una siesta,
con
margaritas silvestres, humildes, bellas y tersas,
los
ababoles altivos les sonríen a su vera;
otras flores de colores realzan tanta belleza.
otras flores de colores realzan tanta belleza.
El
agua clara se mece al son de una brisa aún fresca
componiendo
melodías y sonando, sin dirección, sin batuta, una orquesta
que transporta con sus notas a un universo más allá de las estrellas.
Es
un lienzo colorido,
con
árboles centinelas que cobijan el lenguaje
de
pájaros que conversan,chismorrean y cortejan.
Se
ha despertado la tierra, está mostrando su fuerza
como
queriendo que vea que
tras silencios oscuros
hay
un brío agazapado, que brota otra vez sin tregua
Me
siento al borde del agua,
me
reflejo y no quisiera;
pero
el agua caprichosa
juega
conmigo,
torea,
y lanzándome el capote
vuelve
a infundirme más fuerza.
Me
dejo llevar, entonces...
me hipnotizo,
me siento naturaleza.
Gloria Mateo Grima